Los contenedores más comunes son los de 20’ y 40’, aunque también hay disponibles una amplia variedad de tamaños, como de 10’, 30’ y 45’ y hasta de 53’ para proveedores especializados. Sus condiciones están estandarizadas por la Organización Internacional de Estandarización (ISO) y la placa CSC que se coloca en la puerta del contenedor certifica el cumplimiento de los requisitos de seguridad y las revisiones periódicas exigidas. Indica además la carga útil de cada contenedor.
Las dimensiones pueden variar según el fabricante y la naviera propietaria. Además, la carga máxima también puede variar según la naviera y el tipo de contenedor. Los contenedores más normalizados internacionalmente de 20 pies tienen un peso bruto máximo de unas 30,48 t (es decir, la carga más la tara o peso del contenedor) y los de 40 pies de unas 32,5 t.